Ha llegado el otoño...

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Ha llegado el otoño
Me siento en los yuyos

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(Santoka)

El logro del arte de Santoka, es crear una atmósfera antes que una melodía. De este modo, sus haiku son para leer y releer una y otra vez, para develar la polisemia que encierran y que parece no tener fin. (Carlos Fleitas)

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Entre dos cotxes...

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Entre dos cotxes
també aparca el captaire
el seu carret.
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(buk)

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Despertar...

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despertar -

las llantas contra los charcos

¡splash-splash!

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.(il.balan)

Mientras dormía...

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Mientras dormía,

el charco se expandió…

hasta las ropas…

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Luz del ocaso...

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Luz del ocaso

rozando los tejados…

buscar cartones…

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Brisa nocturna…

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Brisa nocturna…

Sobre asfaltos mojados

bailan reflejos…

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Cuando esté muerto...

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Cuando esté muerto y haya partido
Lluvia en los yuyos

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(Santoka)

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Es tan honda la presencia de esta hierba en sus haiku, que por momentos parecen representar simbólicamente para Santoka un lugar de reposo, un lecho fúnebre, un espejo que lo refleja. (Carlos Fleitas)

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Brilla un charco...

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lote baldío -

con el alba

brilla un charco

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.(il.balan)

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El vagabund...

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El vagabund
recull les robes xopes.
On anirà?
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(buk)

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En la calle mojada...

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Al dormitar,

en la calle mojada,

luz de farolas…

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Hay un susurro...

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Hay un susurro

en todos los silencios…

en cada ruido…

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Calle desierta...

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Calle desierta...

La lluvia torrencial

arrastra el sucio…

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Morir en calma...

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Los yuyos
sobre los que puedo morir en calma
retoñando

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(Santoka)

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Santoka parece encontrar el espejo de si mismo, como a la vez el lugar donde la serenidad adviene borrando toda inquietud, como en este haiku magistral, en el que Santoka vislumbra la totalidad de lo cósmico, sosteniendo nuevamente su poesía en una ambigüedad casi próxima a al oximoron, antes que una declaración concluyente que cerraría el haiku asfixiándolo. (Carlos Fleitas)

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El matalàs...

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Xop per la pluja,
a ningú acull avui
el matalàs
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(buk)

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Paró de llover...

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paró de llover

aún así

gotea bajo el puente

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.(il.balan)

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Por una senda oscura...

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Voy caminando

por una senda oscura,

sin ver estrellas…

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Torre de vidrio…

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Torre de vidrio…

Entre reflejos de gente…

no veo el mío…

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Hoy sin cartones…

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Hoy sin cartones…

Sobre la fría acera,

recuesto el rostro…

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La belleza de los yuyos...

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Marchitos y húmedos,
la belleza de los yuyos,
a la mañana

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(Santoka)

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Es para nosotros los occidentales prácticamente imposible apreciar belleza en algo como yuyos marchitándose, sin embargo es para el arte japonés y en particular para Santoka –por sus especiales características- un motivo estético y paradigmático de la mayor significación. En estos haiku ve belleza en ellos, en un sentido lejanamente próximo a lo que los japoneses y en particular el Zen llama Koko, término que connota austeridad, madurez, esencialidad, venerabilidad y que tiene como paradigma un árbol desnudo, rugoso, antiguo o una roca con las mismas cualidades. (Carlos Fleitas)

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Sigue lloviendo...

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el agua de la azotea

baja por la gárgola...

sigue lloviendo

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.(il.balan)

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Sobre els bassalts...

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Sobre els bassalts,
els milers de petjades
esquitxen fred.
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(buk)

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Llueve en la noche...

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Llueve en la noche...

Las piedras al mojarse

se ven más negras…

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Desde la escuela...

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Desde la escuela

el avión de papel

viene a la calle…

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Bajo la luna...

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Bajo la luna

prepara sus cartones

el indigente...

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